TLAUIL TEPETL YOLOTL “El Corazón de la Montaña” es un préstamo de la vida, un refugio donde entender libremente la espiritualidad, un lugar de encuentro apartado del mundanal ruido y en plena naturaleza, concebido para abrir un espacio tranquilo de reflexión, de conexión con los elementos que forman todo lo existente, y con nuestro interior. Un lugar donde aprender con la práctica y la experimentación a tener una mejor relación con la naturaleza y con nosotros mismos, para reemprender con fuerza después nuestra vida cotidiana, ver con claridad nuestro propio camino personal y aprender a caminarlo con dignidad, armonía y consciencia, para conocer a más gente que piensa en estas mismas cuestiones, y compartir conocimientos, humor, amor, amistad, y buenas relaciones
En “El Corazón de la Montaña”, creemos en “La Lógica Ecológica”:
En la bioconstrucción, en las nuevas tecnologías, y en la agricultura ecológica, en los sistemas sanos, biodegradables, limpios, no contaminantes y autosostenidos que nos ayuden a ahorrar recursos y energías sin renunciar al bienestar.
Creemos en el amor a la naturaleza y al ser humano que forma parte de ella, porque amarla/lo y cuidarla/lo, es amarnos y cuidarnos a nosotros mismos en una relación de armonía y equilibrio básico para la supervivencia y el bienestar emocional y saludable.
Creemos en la conexión con la sabiduría de la naturaleza, la conciencia de la Madre Tierra y de todos los seres que la habitan, un engranaje sutil e invisible a nuestros ocupados ojos, que regula cada una de las partes de los ecosistemas en un equilibrio global y perfecto, que guarda en si mismo y para quien sabe escucharlo, las pautas para una vida más plena y respetuosa con todo lo existente.
Creemos en el legado de nuestros ancestros, antiguos conocimientos que afloran hoy desde la memoria cultural y que nos acercan a esta sabiduría natural y humana gracias a la conexión con ella que nuestros abuelos tuvieron.
Creemos en los adelantos de la física, la metafísica, y las nuevas medicinas que atribuye a los malestares un origen psicosomático y de desequilibrios etéreos, que ya no ve al ser humano como una máquina de organismos separados sino como un todo vibrante y energético, que sabe que el estado emocional es causante directo del estado corporal, y cuya meta y fuente de beneficio es la salud, y no la enfermedad y la perpetua dependencia a los fármacos de síntesis química.
También creemos en las nuevas técnicas de autoconocimiento y autocuración que surgen en muchos casos de la hibridización de antiguos conocimientos de distintos lugares y épocas, apoyados en muchos casos por los más recientes descubrimientos científicos.
Y llegamos a la conclusión de que el tiempo es cíclico, de que estamos en una época de profundos cambios donde recuperamos los valores humanos para con nuestros congéneres y con la Tierra…
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